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Las altas temperaturas, la actividad física o situaciones que provocan nerviosismo pueden ser motivo suficiente para que se estimule la sudoración, una reacción natural que aparte tiene una función en nuestro organismo para regular su temperatura y también para liberarlo de toxinas, explicó la dermatóloga Leana Quintanilla.

Sin embargo existen casos en que algunas personas sudan sin necesidad de ningún estímulo y de manera “impredecible”, sobre todo en partes específicas del cuerpo como las axilas, manos o pies. A esa condición se le conoce como hiperhidrosis; “tenemos más de 2 a 4 millones de glándulas sudoríparas, las cuales se activan en la pubertad es por eso que generalmente se padece esta condición entre los 25 y 55 años, detalló la dermatóloga.

“Esta afección se registra tanto a hombres como mujeres y las personas que la padecen pueden sudar incluso en ambientes frescos o en momentos de relajación y es una condición que también tiene un trasfondo psicológico pues afecta el comportamiento de la persona ya que los avergüenza y les genera estrés y ansiedad”, explicó Leana.

Causas

Aunque no se ha comprobado que la hiperhidrosis sea una afección hereditaria, los especialistas dividen su causa en hiperhidrosis primaria y secundaria.

Cuando la sudoración excesiva afecta las manos, pies, y axilas, se llama hiperhidrosis primaria o focal. En la mayor parte de los casos, no se puede encontrar la causa, según explica el sitio web especializado en salud, Medlineplus.

Si la sudoración inicia como resultado de otra afección médica, se llama hiperhidrosis secundaria. La sudoración puede presentarse en todo el cuerpo o solo en una zona, detalla Medlineplus.

Según Leana, la hiperhidrosis secundaria es causada por otra afección que padezca la persona. Mal funcionamiento de la tiroides, menopausia, lesión de la médula espinal, cardiopatía, trastornos de control de la glucosa, son algunos de los padecimientos que causa la sudoración excesiva.

Tratamiento

Gracias a los avances médicos hoy en día es posible no solo controlar, sino, combatir la sudoración excesiva. Uno de los fármacos más utilizados es el botox. “La toxina botulínica actúa bloqueando la estimulación del sudor”, explicó Leana.

Según la experta, la cantidad a aplicar varía según la zona afectada. Pero generalmente el tratamiento dura entre 3 a 8 meses, dependiendo del paciente. Y cada área afectada puede recibir 12 o más inyecciones por lo que se puede anestesiar la zona.

Sin embargo para Leana, antes de recurrir al botox es preferible realizar una serie de análisis en el paciente para determinar cuál es la causa que origina la sudoración excesiva. Hemograma, glicemia en ayunas y glicemia 2 horas después de comer, nivel de insulina en ayunas, transaminasa TGO y TGP, creatinina y TSH, son algunos análisis clínicos necesarios para hacer un diagnóstico y prescribir un tratamiento con fármacos.

La cirugía es otra opción para acabar con la hiperhidrosis, pero este método solo es recomendado para casos extremos ya que implica la manipulación de la cadena simpática, aseguró la dermatóloga. De hecho, en el país es un procedimiento que no se practica.

La siguiente infografía muestra el procedimiento de una intervención quirúrgica para combatir los casos más extremos (los que no respondieron a tratamientos farmacológicos) de hiperhidrosis.